jueves, 3 de febrero de 2011

¿Cómo podemos volvernos santos?

La santidad es un estado del alma que satisface el plan de Dios para su Salvación. No hay standars humanos para calificar la santidad de alguien. Pero nosotros hemos recibido guías para la santidad de Nuestro Señor mismo [Mateo 5:1-12].


El dió los Diez Mandamientos a Moisés en el Monte Sinaí, para que la gente pudiera santificarse por medio de la obediencia. Sin embargo todos nosotros hemos probado ser desobedientes y esto aprisiona nuestras almas de tal manera que solamente la Misericordia de Dios puede salvarnos [Romanos 11:32].

Jesucristo el Hijo de Dios vino al mundo para deshacer la maldición impuesta sobre toda la humanidad en el paraíso terrenal [Génesis 3:19]. El tomó sobre si mismo el castigo debido por nuestros pecados para hacer reparación y para salvarnos de la maldición eterna, para que nosotros pudieramos vivir para siempre [Galatas 3:13].


Nosotros somos salvados por la Gracia mediante la fe, no por ningunos trabajos que podamos hacer sino por el don de Dios que hace que nosotros nos sometamos a su Santa Voluntad [Efesios 2:8].

Ser santo es vivir de acuerdo al Plan de Dios. El primer mandamiento es el mas difícil de vivir puesto que el Señor pide que le amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma y con toda nuestra fortaleza [Deuteronomio 6:5-6].

Nadie ha cumplido los mandamientos excepto María la Madre de Jesús. Por supuesto que Jesús también los cumplió como hombre, a la vez honrando su dignidad como Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, la Palabra de Dios que se encarnó.

Por eso la justificación es encontrada solamente a través de la Fe en el Hijo de Dios, quien es nuestro Salvador y Señor [Romanos 5:1]. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, ninguno puede llegar al Padre sino a través de El [Juan 14:6]. El es la Puerta del Cielo y también el Buen Pastor que cuida de sus ovejas [Juan 10:9-11].

Para ser santos, nosotros tenemos que volvernos como corderos, esto es, aceptar los mandamientos de nuestro Pastor [Mateo 10:16].

El vino a enseñarnos a ser santos a través de su Palabra y a darnos vida a través de su Sangre. El fundó su propia Iglesia sobre Pedro el Apóstol [Mateo 16:18] y le hizo Pastor cuando le pidió que alimentara sus ovejas [Juan 21:17].

Nosotros tenemos que ser fieles a Pedro, el Pastor después de Nuestro Señor, quien ha comisionado Pastores en todos los Pontífices de la Iglesia Católica, quienes a su vez tienen el poder de ungir hombres como Sacerdotes quienes por la autoridad de Nuestro Señor celebran la Santa Misa, la cual es una representación real del Sacrificio de Jesús en el Calvario que nos provée con el verdadero Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, la comida de nuestras almas en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía. [1 Corintios 11:23-29]

Nosotros solo podemos volvernos santos cuando somos vestidos con las vestiduras blancas de la Salvación [Apocalipsis 3:5] , que se obtienen a través de la purificación por la Sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo [Juan 1:29].

Para poder recibir esta Preciosa Sangre de Jesús nosotros tenemos que ser purificados por el arrepentimiento y la contrición [Isaías 66:2], ademas tenemos que confesar nuestros pecados como lo ha ordenado el Señor (Juan 20:21-23):


Fuente:
http://enlacecatolico.com/index.php?option=com_content&view=article&id=804:icomo-podemos-volvernos-santos&catid=35:mundo

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