Miami, enero del 2011
Querida familia en Cristo Jesús:
Parece mentira pero se nos ha ido un año más sin casi darnos cuenta, realmente el tiempo vuela, un año más que no volverá, ya es parte de nuestra historia.
Pero existe el riesgo de que dejemos pasar las experiencias vividas, buenas, regulares o malas, y quizá algunas muy malas, sin sacar provecho de lo experimentado.
En mis años universitarios tuve un profesor a quien recuerdo con cierta frecuencia, especialmente por algunas de sus sabias enseñanzas. Una se ellas decía: "conducta inteligente es: el aprovechamiento de las experiencias pasadas, en la resolución de los problemas futuros". Que gran verdad, ¿no es cierto? Y qué pocas veces actuamos "inteligentemente".
Así es que una sabia manera de empezar este 2011 es tomando un buen tiempo para hacer un balance del 2010, un balance personal, sincero, humilde, honesto.
Por ejemplo, pudiéramos hacer en un papel una lista con dos columnas, la de la izquierda para las acciones buenas, positivas y provechosas que recordemos de nuestra actuación durante el 2010, y en la columna de la derecha, todos nuestros actos malos, imprudentes, negativos e inútiles.
Se que se requiere mucho valor y sobre todo mucha, muchísima humildad para atreverse a hacer algo así, pero si queremos realmente dar pasos sólidos para vivir más cristianamente este nuevo año que Dios nos regala, hay que tomar pasos drásticos.
Una vez hecho lo anterior, si aun no te ha dado un ataque cardiaco pudieras tomar un siguiente paso: hacer tu o tus resoluciones para este nuevo año. Quizá en días pasados hiciste ya una lista, posiblemente muy a la ligera y sin mayor reflexión, y probablemente para estas horas ya la olvidaste, por lo que te invito a empezar de nuevo, pero de una manera diferente.
Como referencia nos podría servir San Pedro, nuestro primer Papa, que a veces, por sus impulsos metió la pata, gracias a Dios para nuestro provecho. ¿Un ejemplo? Veamos:
Simón Pedro le dijo: Señor, ¿adónde vas? Jesús respondió: Adonde yo voy, tú no me puedes seguir ahora, pero me seguirás después. Pedro le dijo: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por ti! Jesús le respondió: ¿Tu vida darás por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo sin que antes me hayas negado tres veces. Juan 13, 36 a 38
El apóstol Pedro en este punto de su vida, tenía muy buenos propósitos y muy buenas intenciones, seguir a Cristo era una de esas buenas intenciones; sin embargo Jesús le demostró que eso no basta. Había que hacer mucho más, si de seguir a Jesús se trataba....porque del dicho al hecho, hay un gran trecho. Ahora que nosotros estamos estrenando un año mas, también podemos caer en el error de tener solamente buenas intenciones, por ejemplo: podemos tener la buena intención de dejar algún habito que no es exactamente muy bueno, de orar más frecuentemente, de leer la Biblia con más regularidad, de ser más amigo de la familia, de involucrarnos más en los planes de la parroquia, de aprender más doctrina, etc. Sin embargo, esto no basta, hay que ponerse a trabajar con Dios, sirviéndole de verdad, por fe, como esos hombres y mujeres que nos narra la Biblia. Ver Hebreos 11:32-40.
El común denominador de todos ellos es que su FE, siempre estuvo acompañada de la acción. Fue una fe que los impulsó a servirle a Dios a pesar de las adversidades, a pesar de los peligros, a pesar de la oposición….y por eso están sus nombres en la Biblia y en la mente de Dios.
Ahora bien, que es Fe. La Biblia nos dice que: "Es, pues, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Hebreos 11, 1
Basados en lo anterior entonces ¿qué puedes hacer?. Yo aconsejaría, Primero que nada que tomes un buen tiempo de oración para pedir al Señor que te muestre Su voluntad para tu vida. Cree, en FE, que Él lo hará, el Señor tiene mas interés que tu mismo de que camines por sus sendas.
Segundo, hacer nuevamente una lista con uno, dos, no más de tres propósitos que sientas que son realmente prioritarios para tu vida, propósitos que quizá ya has intentado pero que has fracasado al tratar de lograrlos solamente con tus propias fuerzas sin contar con la ayuda de Dios.
Tercero, ponte metas concretas con tiempos específicos para comenzar. recuerda que, para llegar a la meta hay que lanzarse al primer disparo, hay que dar el primer paso, después el segundo, etc.
Cuarto, ten paciencia contigo mismo, ten fe de que, si tu haces tu parte, Dios hará la suya.
Quinto, se realista, no hagas planes a un plazo que desconoces. Vive de día en día, por si acaso.
¡Enséñanos a contar nuestros días, para que entre la sensatez en nuestra cabeza!. Salmo 90, 12
No hagamos planes como si fuésemos eternos, como si nunca nos llegara el fin de nuestro días en este mundo. Recordemos lo que le nos dice la Palabra de Dios: "Ahora bien, ustedes los que dicen: 'Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allá el año, negociaremos y ganaremos'; ustedes que no saben qué será de su vida el día de mañana... ¡Son vapor de agua que aparece un momento y después desaparece! Santiago 4,13 y 14
Como parte de los propósitos del año que comienza, tal vez sea prudente pensar en la brevedad y transitoriedad de la vida humana. Por eso parece increíble que haya personas que viven como si fuesen a durar para siempre. La vida humana es breve, muy breve, y tenemos la obligación moral de vivirla con sabiduría. para apreciar el tiempo que tenemos disponible para vivir.
Que Dios nos ayude hoy a valorarla correctamente y a vivirla para él.
Ya para concluir con estas breves reflexione hagámonos una última pregunta: ¿Cómo seremos recordados nosotros en este año 2010? ¿estaremos en el salón de la fama de los hombres de fe? y que decir, si Dios nos regala una año más, el 2011, ¿haremos la voluntad de Dios? o sencillamente nos quedaremos con buenas intenciones.
Ahora te comparto una oración por el Año Nuevo, para ti, y para que la compartas con otros:
Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar un año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en año pasado, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón. Perdón por aquellos a quien he ofendido, a los que pude amar y no amé o desprecié.
Señor, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.
Al iniciar un nuevo año detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz. Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad. Amén.
Por último, al comenzar el año renueva tu propósito de seguir apoyando esta Misión EWTN, pues de tu generoso apoyo dependerá que podamos seguir llevando la Palabra de Dios hasta los últimos rincones de la tierra. Dios te pagará con creces todo lo que hagas por nosotros
FELÍZ AÑO NUEVO TE DESEAMOS TODOS LOS QUE COLABORAMOS EN ESTA OBRA. CUENTA CON NUESTRAS ORACIONES POR TI Y LOS TUYOS.
Pepe Alonso
http://www.ewtn.com/nuestrafeenvivo/Letters/Carta.htm
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